Cultural Worms

Second Life es un sofware cultural: no son pocos los usuarios que necesitan explorar sus elementos de formateo civilizatorio en la virtualidad. Desde hace rato nos venimos infiltrando en cada una de estas comunidades para pervertirlas. Necesitamos que degeneren en sus formas mas bajas. Empujarlas poco a poco a su autodestrucción. En el Metaverso podemos ensayar un simulacro de destrucción masiva. Estamos contaminando todos los desarrollos culturales que intentan desarrollar su faceta virtual. Ahí donde una cultura intenta observarse en un software, ahí actuamos para deformarla aún más, hasta lo insoportable. El mundo de las imágenes devorará cada conformación cultural desde sus entrañas.

Cyberkamikazes clonados

Nuestro objetivo es demoler la opción de que el Metaverso sea una continuación de las formas que se extienden por fuera de la web. Todo al revés: en Second Life decenas de avatares en secreto conspiran proyectando opciones para que focalizados sectores de la vida cultural comiencen a simular las insoportables fantasías que incubamos en lo mas encriptado del software. El Metaverso es nuestro taller de minuciosos espantos en el cual planeamos rigurosamente los modos para exportar las mas exquisitas de las crueldades. Se trata de una pesquiza psíquica: un extenso puzzle de sabotajes y tráficos.
Inyectamos el desvarío en cada juego de rol, en cada tribu, en cada grupo. Reclutamos allí a los mejores jugadores. Provamos nuevos programas. Administramos muchos de los lands mas insospechados. Si ya sos adicto, duplicaremos la dosis.

Cada avatar es un virus

En nuestro código, realidad se dice software. "Second" no es ya subsidiario, mucho menos extensión o límite; "Second" es el segundo paso y no deseamos bajo ningún concepto retroceder al primero.
Nos estamos transformando en otra cosa. Como los personajes de Neuromante, nuestros cerebros están conectados a una plataforma que nos permite investigar en nuestras zonas mas oscuras. Desarrollamos en este mundo de pixeles lo mas extremo de nuestra psique. Esta es la posibilidad: por nada queremos duplicar lo que sucede en RL (Real Life). Se trata de todo lo contrario, de avanzar hacia RL desde aquí. El desequilibrio lo estamos incubando en este extremo. La anarquía toma como campo de pruebas nuestro cerebro hundido en un programa. La anarquía es un disturbio de comportamiento que se despliega en otra dimensión. El Apocalipsis de diseño devorará de a poco las certezas de lo que sucede por fuera de la web.